El camino de la purificación.
En verdad, la primera cualidad requerida para participar en el servicio de amor y devoción ofrecido a Dios es estar de acuerdo en cooperar de buena gana con aquellos que ya están comprometidos en el servicio devocional y, por supuesto, ofrecer todo al Señor. . De esta manera, el postulante aprenderá poco a poco los diversos principios que rigen el servicio de la devoción y, de acuerdo con su progreso en esta disciplina, se irá liberando proporcionalmente de la contaminación debida al contacto con la materia. Habiendo fortalecido su fe por esta vía de purificación, entonces se elevará hasta que desarrolle un gusto espiritual, seguido por una verdadera atracción por el servicio devocional. Su convicción lo llevará así a la etapa del éxtasis, que precede a la del amor espiritual y absoluto.
Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:
Aparezco de edad en edad, para liberar a mis devotos, aniquilar a los incrédulos y restaurar los principios de la espiritualidad. Antes de la creación del cosmos, solo yo existo con exclusión de todos los fenómenos densos, sutiles o causales. Después de la creación, solo Yo vivo en todas las cosas, y llegado el momento de la aniquilación, solo Yo quedo para siempre. Que por mi señal gracia os sea revelada toda la verdad sobre Mi Persona, Mis manifestaciones, Mis atributos y Mis diversiones. Por favor, prestad oído atento a lo que os diré, porque el conocimiento trascendental ligado a mi Persona constituye una ciencia, pero también encierra muchos misterios. A los que siempre Me sirven con amor y devoción, les doy inteligencia a través de la cual pueden venir a Mí. Dejen allí cualquier otra forma de religión y simplemente abandónense a Mí, Yo los libraré de todas las consecuencias de sus faltas. No tener miedo. El hombre de primer orden es aquel que se refugia en Mí en el más total abandono y que, renunciando a toda forma de ocupación material, vive según mi enseñanza.
Si te enseño hoy esta ciencia antiquísima, el arte de comulgar con el Absoluto, es porque eres Mi amigo y Mi devoto, y así puedes traspasar su sublime misterio. Todos los seres son fragmentos de Mi Persona. Son Uno Conmigo cualitativamente, pero difieren cuantitativamente. Quiero que sepas esto: nunca, en ningún lugar, bajo ninguna circunstancia, podemos estar separados, porque Yo estoy presente en todas partes. Nada está separado de Mi Persona. Toda la manifestación cósmica descansa en Mí, no está separada de Mi Persona. Antes de la creación, yo ya existía. Todo el universo, por una simple chispa de Mi Persona, lo penetro y lo sostengo. Es solo a través del servicio devocional, y solo así, que uno puede conocerme tal como soy. Y el ser que por tal devoción toma plena conciencia de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto.
Mis queridos hijos, de todos los seres que han tomado cuerpos materiales en este mundo, aquellos a quienes se les ha otorgado una forma humana no deben trabajar día y noche por el solo placer de los sentidos, accesibles incluso a los perros y cerdos que alimentan excrementos. . Más bien, deben practicar la penitencia y la austeridad para alcanzar el nivel divino del servicio devocional. Gracias a esta práctica, el corazón se purifica y luego se descubre una existencia eterna llena de bienaventuranza, que trasciende la felicidad material y dura para siempre. Quien conoce lo absoluto de mi Advenimiento y de mis actos, ya no tendrá que renacer en el universo material; dejando su cuerpo, entrará en mi reino eterno.