Krishna, Dios, la Persona Suprema, nos enseña el camino puro.
La ciencia de la unión con el Ser Supremo, el camino puro, el que se centra en la realización del alma.
Krishna, Dios, la Persona Suprema dice:
Todo lo que digo, directamente o a través de las escrituras, tiene autoridad en todos los aspectos para los habitantes de este mundo. Para que esta palabra se convierta en verdad, he venido a cumplir esta promesa.
Si he bajado a este mundo, es para exponer la filosofía del Sankhya, que los seres que desean escapar del laberinto de los vanos deseos materiales aprecian altamente con vistas a la realización espiritual.
Este camino hacia la realización espiritual, que es difícil de comprender, se ha perdido con el paso del tiempo. Sabed que he aparecido bajo la apariencia de Kapila para reintroducir y explicar esta filosofía a la humanidad.
Dentro de ti, a través de tu intelecto, siempre me verás a Mí, el Alma Suprema, que brilla con Mi propia luz y reside en el corazón de todos los seres. Realizando así la vida eterna, libre de toda aflicción y temor.
El yoga que hace mención del Señor y del alma distinta, que tiene como objetivo el bien último del ser vivo y que conduce al desapego de las alegrías y penas del universo material, representa la forma más elevada del yoga. [yoga: la práctica de la unión y la comunión con Dios].
Ahora voy a explicarte la antigua ciencia del yoga, la misma ciencia que una vez revelé a los grandes sabios. Este camino es práctico en todos los sentidos.
La antigua ciencia del yoga.
Cuando la conciencia de un ser vivo es atraída por las tres formas de influencia inherentes a la naturaleza material, se dice que está condicionada. Pero cuando esta misma conciencia se apega a Dios, la Persona Suprema, entonces el ser se encuentra en el nivel liberado. Aquel que se libera por completo de la concupiscencia y la avaricia, estas contaminaciones resultantes del concepto ilusorio de «yo» aplicado al cuerpo y de «mío» aplicado a las posesiones del cuerpo, verá sus pensamientos purificados. Habiendo alcanzado este estado de pureza, trasciende el nivel de la llamada felicidad e infelicidad material.
El alma puede entonces verse a sí misma tal como es, trascendiendo la existencia material, brillando siempre con luz propia, nunca fragmentada, aunque sea infinitesimal.
En esta etapa, la de la realización espiritual, la aplicación del conocimiento y la renuncia en el servicio devocional permite ver todas las cosas en su perspectiva adecuada. Entonces nos volvemos indiferentes a la existencia en este mundo, y las influencias materiales comienzan a aflojar su control.
Ningún espiritista puede alcanzar la perfección de la realización espiritual sin adoptar el camino del servicio devocional ofrecido al Señor Supremo, porque este es el único camino verdaderamente auspicioso.