El sabio puro, apegado a las actividades del servicio devocional y constantemente absorto en el servicio de Mis pies de loto, no desea en ningún momento fundirse en Mí. Firme, tal sabio constantemente glorifica Mis obras y entretenimientos. Mis devotos contemplan constantemente Mi rostro sonriente y Mis ojos como el sol naciente; les gusta admirar Mis múltiples formas espirituales y absolutas, infinitamente benevolentes, y conversar agradablemente Conmigo.
Al ver las hermosas formas del Señor, sonrientes y atractivas, y al escuchar sus muy dulces palabras, el sabio puro prácticamente pierde todas las demás formas de conciencia. Sus sentidos se liberan de todas las demás ocupaciones y se absorbe en el servicio devocional. Así, aunque no lo desee, alcanza la liberación sin más esfuerzo.
Por lo tanto, debido a que absorbe por completo sus pensamientos en Mí, el sabio no desea ni siquiera la mayor bendición que se puede obtener en los sistemas planetarios superiores, incluido Satyaloka (el planeta más elevado de nuestra galaxia). No desea las ocho perfecciones materiales conferidas por la práctica de astanga-yoga más de lo que aspira a ser elevado al reino de Dios. Sin embargo, aun sin desearlas, el ser santo disfruta de todas estas bendiciones, y esto, en esta misma vida.
Así, adorándome a través del servicio devocional inquebrantable, Yo el Señor omnipresente del universo, el sabio renuncia a todo deseo de llegar a los planetas edénicos o de ser feliz en este mundo, con riquezas, hijos, ganado, casa o cualquier otro objeto relacionado con el cuerpo.
Este lo llevo más allá del nacimiento y la muerte. Quien busque refugio en otro lugar que en Mí, nunca podrá librarse del terrible miedo a la muerte y al renacimiento, porque Yo soy el Señor todopoderoso, la Persona Soberana, fuente original de toda creación, y el Alma Suprema, el Alma de todas las almas.
Es por Mi supremacía, por temor a Mí, que sopla el viento. Por temor a Mí, deja que el sol brille e Indra, el señor de las nubes, haga que caiga la lluvia. Porque el miedo a Mí todavía quema el fuego y va la muerte, cobrando lo que le corresponde.
Los espiritistas, enriquecidos con el conocimiento espiritual y la renuncia, y absortos en el servicio devocional para su beneficio eterno, buscan refugio a Mis pies de loto; y como Yo soy el Señor, ellos así califican para entrar en Mi reino divino sin ningún temor. En consecuencia, los hombres cuyos pensamientos están fijos en el Señor practican intensamente el servicio devocional. Esta es la única forma de alcanzar la máxima perfección de la existencia.