El camino hacia la liberación, hacia la verdadera libertad
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Podemos escapar de la justicia de los hombres, la de Dios es simplemente imposible.

Todos aquellos que creen que pueden aliviar su sufrimiento recurriendo al acto de la eutanasia se equivocan, porque la eutanasia o el suicidio asistido no solucionan su problema, sino que lo trasladan a su próxima vida.

La eutanasia, y el hombre la ignora, no alivia los sufrimientos del ser espiritual encarnado, porque en realidad provoca que las dificultades y sufrimientos físicos, mentales y psíquicos del alma encarnada sean desplazados hacia su vida futura, y tendrá que volver a sufrir. en su existencia futura. De hecho, renacerá en las mismas condiciones que conocía en el momento de su muerte, y las desventajas físicas que tenía se encontrarán en su nuevo cuerpo. Desde que nace lo sufrirá una y otra vez.

Un ejemplo de estos casos lo tenemos en muchas familias, donde el bebé nace discapacitado, totalmente paralizado, con malformaciones físicas y mentales, u otras, consecuencias de sus actos culpables cometidos en su vida pasada, y no borrados. A menudo sucede que nace con una enfermedad incurable, generalmente la que tenía cuando murió en su última vida, o que vive poco y muere joven, porque su segunda vida es en realidad la prolongación de su última existencia interrumpida. por un acto abominable, la eutanasia, el suicidio asistido o la asistencia médica para morir.

A diferencia de los mortales comunes, el sufrimiento, el dolor y otras desgracias en este mundo material no pueden modificarse, disminuirse o disminuirse, porque son frutos de nuestros propios actos pecaminosos pasados. Debemos imperativamente borrarlos tolerando y aceptando el dolor sentido y abandonándonos a Dios, de lo contrario permanecerán y los encontraremos en nuestra próxima vida.

Krishna, Dios, la Persona Suprema es la meta última de la existencia y la llave de oro para la liberación de este mundo material lleno de sufrimiento. El Señor nos pide renovar el vínculo que nos une a Él, abandonarnos a Él, amarlo, obedecerlo, hacer su única voluntad, unir nuestros deseos y nuestros intereses a los suyos y servirle con él. amor y devoción, entonces veremos desaparecer definitivamente todos nuestros sufrimientos.

Al dedicarnos al servicio de amor y devoción que ofrecemos al Señor Krishna, nos liberamos de todo karma, bueno o malo. Finalmente entendemos que todo nuestro sufrimiento se debe únicamente a nuestro karma previo. Sabemos bien que la condición del cuerpo como la del alma depende de Krishna.

En realidad, el devoto de Dios cuida su cuerpo por deber, para poder servir mejor al Señor. Cualquiera que sea su situación, el devoto mantiene una visión espiritual y utiliza su cuerpo sólo con fines espirituales. Ésta es la verdadera medicina, la medicina que pone fin a todas las enfermedades.

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