Los innumerables cuerpos materiales que los seres encarnados deben tomar en este mundo tienen su origen en los falsos conceptos de «yo y mío».

El concepto material de existencia, que en el alma condicionada se refleja en la política, la sociología, la filantropía, el altruismo, etc., se basa enteramente en esta noción de «yo» y «mío», «es mío», «es mío» que nace de un poderoso deseo de disfrute material.

Esta identificación del ser con su cuerpo y su lugar de nacimiento, es decir con el lugar donde tomó cuerpo, que se manifiesta por diversas nociones materiales, como el socialismo, el nacionalismo, el apego familiar o comunitario, u otros, tiene como única causa el olvido de la verdadera naturaleza del alma individual. Pero dejemos que el ser encarnado así condicionado entre en contacto con un auténtico maestro espiritual, un verdadero servidor íntimo de Dios, y todas sus ilusiones serán barridas.

Las diversas fuentes del origen de la perdición del hombre.

La falta de armonía dentro de la sociedad humana conduce al desastre.

La ley del más fuerte por la cual cada hombre en este mundo debe luchar para asegurar su subsistencia, resulta de la falta de armonía entre las almas espirituales encarnadas y condicionadas por la materia, deseando cada una dominar las energías materiales.

Es también esta mentalidad la que está en el origen de su estado condicionado. Y para que las tendencias imitativas de estos falsos señores pudieran ejercerse libremente, la energía ilusoria de Dios, llamada maya o satanás, sembró división, discordia, hipocresía, riñas, indiferencia, decadencia y pecado entre los seres condicionados, creando para cada especie viviente, Hombres y animales, fuertes y débiles. El sentimiento de dominar la naturaleza material, así como la creación de seres fuertes y débiles, condujeron naturalmente a la disparidad, de ahí la necesidad de luchar por sobrevivir.

Para resolver este problema fácilmente, todo lo que tienes que hacer es vivir según las enseñanzas de Dios.

Todos los que están en nuestra galaxia material, como en todas las demás, vinieron allí por la misma razón. Deseaban experimentar los mismos placeres que Krishna, Dios, la Suprema Personalidad de Dios. Así es como fueron enviados a este mundo material para ser condicionados en diversos grados por la naturaleza material.

No escuches a los demoníacos incrédulos que afirman que el ser espiritual individual que cada uno de nosotros es igual a la Suprema Personalidad de Dios, pues ahí reside la causa de la existencia condicionada por la naturaleza material. Tan pronto como un ser espiritual individual distinto de Dios olvida su propia posición y busca volverse Uno con el Absoluto (Dios), comienza su existencia condicionada.