Es saber que Él es el único dueño verdadero de todo lo que existe en el cosmos material y en el mundo material, y el único beneficiario de todos los frutos de los actos cometidos por todos los seres vivos.

Es saber que Él es el Maestro Absoluto y que todos los seres individuales son distintos de Él, pequeños fragmentos de Su persona, incluidos los seres celestiales. Por eso todos estamos subordinados a Él, y nuestro único deber es servirle con amor y devoción.

Es saber que en contacto con ella, estamos inmersos en luz trascendental pura permanentemente, gozo perfecto continuamente y sin interrupción, y vida eterna.

Es saber que la verdadera opulencia es su propia naturaleza como Suprema Persona Divina, que Él manifiesta a través de seis opulencias ilimitadas: Belleza, riqueza, fama, poder, sabiduría y renuncia.

Así es como se define la conciencia de Krishna.

La conciencia es la energía del alma, y ésta, a través de sus diferentes encarnaciones, adquiere datos que almacena, conserva, que enriquecen su conocimiento, y le permiten poco a poco alcanzar un alto nivel. El alma, en cada una de sus encarnaciones, si desarrolla el conocimiento divino a través de su búsqueda de Dios, aumenta cada vez más su nivel espiritual.

En el universo material, los seres encarnados tienen ideas diferentes, y las de una persona con conciencia desarrollada difieren de las de otra con conciencia subdesarrollada. Si una persona se revela a sí misma como consciente de Krishna poco después de su nacimiento, debe entenderse que una vez meditó en el Señor Supremo.

El Señor Krishna dice a este efecto: «Entonces recupera la conciencia divina adquirida en su vida pasada y reanuda su marcha hacia la perfección. Ningún esfuerzo en esta dirección acarrea la menor pérdida, y cualquier progreso, por modesto que sea, previene el peligro más formidable».

El desarrollo de nuestra conciencia de Krishna o conciencia de Dios nunca se pierde, aumenta a la perfección.

Hay diferentes grados de conocimiento. El hombre con conocimientos limitados se limitará a datos de orden material, desconociendo que existe un conocimiento superior, de orden espiritual aquel. Y según el estado de conciencia desarrollado, uno se detendrá en el conocimiento material mientras que el otro, habiendo desarrollado una conciencia superior, se volverá al conocimiento espiritual, que eleva el ser.

El que es sabio sabe que es en contacto con Krishna, Dios, la Persona Suprema que adquiere un conocimiento perfecto, se vuelve consciente del Señor, enriquece su intelecto y alcanza la pureza del ser.

Verdaderamente, podemos aprender todo de Dios aprendiendo el verdadero conocimiento que Él mismo enseña. Nuestro conocimiento será entonces perfecto.