En verdad, el mal comportamiento de un hombre afecta a toda su familia.
Quien ofende a un alma grande tendrá que pagar el precio, pero también los miembros de su familia.
Es por esto que un hombre virtuoso, digno y noble desea sufrir solo su castigo. No deseando que una calamidad caiga sobre él y su familia, quiere llevar el peso de su culpa solo, sin rodeos. Espera que sus sufrimientos personales lo lleven a abstenerse en el futuro de cualquier nueva ineptitud, y que la culpa de la que fue culpable sea así redimida de tal manera que sus descendientes no tengan que sufrirla.
Así es como piensa un ser santo responsable. A cambio, los miembros de su familia también comparten los frutos del servicio de amor y devoción que ofrece al Señor Krishna, Dios, la Persona Suprema. De hecho, el mayor beneficio o bendición que el Señor puede otorgar a una familia es traer un santo a ella.
Son llamados «grandes almas», los sabios eruditos, los auténticos maestros espirituales siervos de Krishna, los devotos del Señor y los guías espirituales.
Narayana, la emanación plenaria de Kṛiṣhṇa, dirigiéndose a Siva dice: «Oh Señor, el que comete ofensas contra las grandes almas, no puede continuar su existencia. Se ve aniquilado por sus propios actos pecaminosos.»
Estas son las diez ofensas que no deben cometerse:
1°) Blasfemar a un devoto del Señor.
2°) Poner al Señor y a los seres celestiales al mismo nivel o creer en la existencia de muchos dioses.
3°) Desobedecer las órdenes del maestro espiritual.
4°) Minimizar la autoridad de los Vedas, las sagradas escrituras originales.
5°) Interpretar el Santo Nombre del Señor.
6°) Realizar actos erróneos a sabiendas confiando en el canto del Santo Nombre para anular las consecuencias.
7°) Hablar a los incrédulos de las glorias del Nombre del Señor.
8°) Comparar el canto del Santo Nombre con la piedad material.
9°) Estar desatento durante el canto de los Santos Nombres.
10°) Permanecer apegado a la materia a pesar del canto del Santo Nombre y de haber escuchado tantas instrucciones.