caprichosamente en aras de cualquier placer de los sentidos y violan los preceptos del Padre Eterno. Estos se quedan más enganchados en la materia.
2. ¿Cuáles son las cualidades divinas?
«El Señor Bienaventurado dice: Ausencia de miedo, purificación de la existencia, desarrollo del saber espiritual, caridad, control de uno mismo, realización de sacrificios, estudios de los Vedas, austeridad y simplicidad, no violencia, veracidad, ausencia de cólera, renuncia, serenidad, aversión a la crítica, compasión, ausencia de codicia, dulzura, modestia y firme determinación, vigor, perdón, fuerza moral, pureza, ausencia de envidia y sed de honores, estas son las cualidades espirituales de los hombres de virtud, los hombres nacidos de la naturaleza divina».
3. ¿Cuáles son las características de los seres demoníacos? ¿Cuál es su destino?
Los seres demoníacos son tan ateos como materialistas. Al creer que el mundo no tiene ni fundamentos ni razón de ser, son caprichosos y destructores. Al tener como objetivo esencial la satisfacción de los sentidos, se absorben en lo material, en lo efímero. Encadenados por millones de deseos, acumulan riquezas de forma ilícita. Como son vanidosos, lascivos e imprudentes, su angustia no tiene fin. Al renacer en diferentes formas de vida inferiores, «poco a poco, se van hundiendo en las condiciones más siniestras».
Krishna dice: «A través del servicio de devoción y solo así, Me podéis conocer tal y como soy. Y el ser que, gracias a una devoción semejante, llega a ser completamente consciente de Mi Persona, entra en Mi reino absoluto».
Aquellos que conocen a Dios, que saben que él es objetivo final de la existencia, de todos los sacrificios, de todas las austeridades y el Soberano Monarca de todos los mundos, así como el mejor amigo de todos los seres, ven cómo desaparecen sus sufrimientos materiales.
La llave principal de la liberación espiritual la tiene el Padre Eterno. Él solo, por su gracia divina, la otorga. Solo aquellos que aman a Dios, que buscan su presencia, que lo obedecen, que se abandonan a él y que quieren servirle con amor, humildad y devoción, serán liberados.
La felicidad que Dios nos quiere ofrecer nada que ver no tiene con la felicidad efímera que conocemos en la tierra. Convirtámonos en seres de amor y bondad, marchemos por la senda del bien y tengamos fe en el auténtico maestro espiritual, verdadero servidor íntimo de Dios, y el Padre Eterno nos la concederá.
La senda que lleva a Dios es muy difícil de seguir, su aplicación es simple y es la única. Felices aquellos que aplican estos principios reguladores: «No comerás carne, pescado, ni huevos; no tendrás relaciones sexuales fuera del matrimonio; no