La Ciencia Espiritual Pura
Página 7 de 317

Aquellos que creen en dios, pero prefieren los placeres materiales de los sentidos, que cultivan mediante actos interesados, los bienes materiales y el poder, y que de todos modos cultivan la virtud, después de su muerte irán a los planetas edénicos.

Pero aquellos que reniegan de Dios, como los ateos y los impíos demoníacos, que dan muestras de maldad, a través de sus actos culpables, ellos mismos se condenan a la maldición. En lugar de avanzar en la senda de la realización espiritual, retroceden. A la hora de su muerte, tendrán que abandonar su cuerpo humano y deberán, según la magnitud de sus actos culpables y su rechazo a Dios, reencarnarse en un cuerpo de materia animal o vegetal, que correspondan a su deseo y a su filosofía atea.

En cuanto a quienes han dado muestras de crueldad, irán al infierno.

¿Cuál es el objetivo final de la existencia?

El propósito final de la existencia consiste, exclusivamente, en conocer a Dios, en saber quién es, comprenderlo, aprender a amarlo, a obedecerlo, a hacer su voluntad, a penetrar en el saber absoluto, a recuperar el vínculo que nos une a él, a abandonarnos a él y a servirlo con amor y devoción.

¿Cuándo entenderán aquellos que eligen la senda de la maldad que el odio, el racismo, la violencia, la venganza, el resentimiento dan lugar a un bloqueo del espíritu, a anquilosar el intelecto, disminuir el discernimiento, evitar cualquier perspectiva de futuro, acentuar la tristeza y aumentar el sufrimiento?

Solamente el amor incondicional, la bondad, la amabilidad, la generosidad, la compasión, la tolerancia, la misericordia, la magnanimidad y la indulgencia abren el espíritu a Dios, a la verdad, a la consciencia de Dios, elevan y liberan al ser, amplían el espacio y el tiempo, hacen desaparecer la tristeza y el sufrimiento, y dan felicidad.

Estos son los tres signos de la decadencia del hombre. Si no reacciona ahora, va en pos su derrota.

El hombre no conoce a Dios tal y como es realmente e ignora la naturaleza de su universalidad.

El hombre ignora todo sobre los datos relacionados con la verdad absoluta, con la ciencia espiritual pura que dios reveló y solo tiene una idea imprecisa de sus divinas enseñanzas, porque estas han sufrido múltiples modificaciones y algunos pasajes se han suprimido.

El hombre no siempre sabe que, en verdad, él es una entidad espiritual o alma espiritual, de ahí su tendencia a querer aferrarse al mundo material, a quedarse allí y sufrir continuamente.

Facebook

VISITANTES

3921877

Visitantes en línea

3921877





Visitantes por país