La sabiduría suprema, el conocimiento más elevado
El Señor Supremo dice:
Una vez más te diré que la sabiduría suprema, el más alto de los conocimientos, por el cual todos los sabios se han elevado desde aquí abajo a la perfección última.
Quien se establece en este conocimiento puede alcanzar la naturaleza espiritual y absoluta, semejante a la Mía. Entonces no renace en el momento de la creación, y en el momento de la disolución, no se ve afectado.
La sustancia material en su totalidad, llamada brahman (la naturaleza material o la sustancia material total, compuesta de los veinticuatro elementos materiales), es la sede de la concepción; este brahman Yo lo fecundo, y así hago posible el nacimiento de todos los seres.
Comprende esto, que todas las especies de vida proceden del seno de la naturaleza material, y que Yo soy su padre, quien da la semilla.
La naturaleza material está formada por las tres gunas (los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: virtud, pasión e ignorancia). Que el ser separado, Imperecedero, toque la naturaleza material y queda condicionado por estas tres gunas.
Has de saber que la virtud, la más pura de las gunas, ilumina al ser y lo libera de las consecuencias de todos sus actos pecaminosos. Quien se rige por la virtud desarrolla el conocimiento, pero al mismo tiempo queda condicionado por el sentimiento de felicidad que ésta proporciona.
La pasión, debes saberlo, consiste en sed, en deseos ardientes e interminables. Remacha el alma encarnada que domina a la acción material y a sus frutos.
En cuanto a la ignorancia, debes saber que hace que todos los seres se extravíen. Esta guna conduce a la locura, la indolencia y el sueño, que atan al alma encarnada.
La virtud ata al ser a la felicidad, la pasión a los frutos de sus actos y la ignorancia a la locura.
A veces, la pasión prevalece sobre la virtud y la ignorancia; otras veces, es la virtud la que vence a la pasión y a la ignorancia. Otras veces, de nuevo, la ignorancia, a su vez, derroca a la virtud y a la pasión. Así, nunca cesa la lucha por el dominio entre las gunas.