¿Por qué le disgusta al Señor castigar a quienes obran mal?
Obligado a castigar a quienes obran mal, el Señor no siente alegría al hacerlo, pues todos los seres son originalmente pequeñas partes de Su Persona.
Él es como un rayo para los pecadores y más dulce que una rosa para quienes le son fieles. Quienes obran mal, descarriados por malas compañías y por consejos que se oponen al orden establecido por el Señor, se exponen así al castigo.
El camino más seguro hacia la felicidad es vivir según los principios establecidos por el Señor y nunca desobedecer Sus leyes, definidas en los Vedas, las sagradas escrituras originales, para todas las almas olvidadizas.
¿Por qué dijo Dios que su dinastía era una carga?
Cuando Krishna habló de la carga de la dinastía Yadu, se refería a la enorme cantidad de miembros de su familia, descendientes de él, que sumaban varios millones, lo que sin duda condujo a un aumento considerable de la población de la Tierra. Pero como todos ellos provenían del Señor mismo a través de Sus emanaciones plenarias, representaban una fuente de inmenso placer para el planeta.
Por lo tanto, cuando el Señor Krishna los describió como una carga, pensaba en su inminente desaparición. De hecho, todos los miembros de su familia eran encarnaciones de diversos seres celestiales, quienes debían dejar el planeta con el Señor. Por lo tanto, las palabras de Krishna sobre la insoportable carga que la dinastía Yadu representa para la Tierra deben entenderse como una referencia a la carga de la separación.
El Señor Krishna explica cómo ocurrirá la separación: Discutirán entre sí mientras están ebrios, con los ojos color cobre por beber una bebida llamada «madhu». Solo entonces dejarán este mundo. De lo contrario, nada podría causar su caída. Este incidente ocurrirá después de mi desaparición.
Por voluntad del Señor, aparece y desaparece con Sus compañeros. Nunca están sujetos a las leyes de la naturaleza material. Nadie podría aniquilar a los familiares de Krishna, ni morir de muerte natural.
Entonces, la única manera de hacerlos desaparecer era simular una pelea fratricida entre ellos, como si estuvieran peleando por exceso de bebida. Esta pelea simulada también ocurriría por voluntad del Señor Krishna, pues ninguna causa externa podría haberla provocado. La dinastía Yadu se emborracharía y pelearía únicamente por voluntad del Señor, y por ninguna otra razón.
Los devotos y compañeros del Señor le son completamente sumisos. Por lo tanto, son instrumentos sublimes en Sus manos, que Él puede usar como le plazca. Los devotos puros encuentran gran placer en participar en los pasatiempos del Señor, pues todos desean verlo feliz.


