¿Qué significa estar encadenado a la existencia material?

La energía que Dios usó para crear el universo material es el origen de la naturaleza material. Esta es tan poderosa que sumerge al hombre en el olvido de su pasado y de su verdadera identidad desde el momento de su nacimiento. Bajo la influencia de los atributos de la naturaleza material, la pasión y la ignorancia, el hombre se cree el cuerpo.

La concepción corpórea de la existencia es la causa fundamental de la ignorancia, que a su vez es el origen del ateísmo.

Desde entonces, todo lo que asocia con su cuerpo, su esposa, sus hijos, su hogar, sus posesiones materiales, su riqueza, su poder, su opulencia y los placeres de los sentidos, aunque fugaz y causa de miedo, ilusión, tristeza y angustia, lo obliga a experimentar las cuatro formas de sufrimiento representadas por el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte eterna, y a sufrir continuamente las consecuencias de sus acciones a través del sufrimiento que conllevan.

El encadenamiento a la existencia es todo esto, y la liberación es rechazarlo todo por Dios.

¿Qué es la verdadera no violencia?

La verdadera no violencia significa no interrumpir jamás la evolución espiritual de ningún ser, ya sea humano, animal o vegetal.

No creamos que, dado que el alma espiritual nunca perece y sobrevive a la muerte de su cuerpo, no hay daño en sacrificar animales para la gratificación de los sentidos. Aunque el hombre moderno está ampliamente provisto de grano, fruta y leche, se entrega al consumo de carne animal. Sepamos que no hay necesidad de sacrificar animales terrestres y acuáticos, ni de destruir plantas, desde la brizna de hierba hasta el árbol más alto. Y nadie es una excepción a la verdad de esta regla. Quien desee progresar en el camino de la realización espiritual no debe, bajo ningún concepto, violentar a los animales cuando el alimento abunda.

La verdadera no violencia consiste en no obstaculizar el progreso espiritual de ningún ser, ya sea humano, animal o vegetal, porque en todos estos cuerpos materiales reside un alma. Ahora bien, las almas encarnadas en cuerpos animales, al transmigrar de una especie a otra, también siguen una cierta evolución y progreso. Un animal sacrificado ve ralentizado su progreso. De hecho, antes de ascender a la especie animal superior, tendrá que regresar a la especie que abandonó prematuramente para completar su tarea en días o años. Por lo tanto, no se debe ralentizar la evolución de los animales solo por la satisfacción del paladar. Esa es la verdadera no violencia. No dañar a nadie, ni a un ser humano, ni a un animal, ni a una planta, tal es el mandato de Dios.