La verdadera opulencia es Mi propia naturaleza como Persona Divina, a través de la cual exhibo las seis opulencias ilimitadas [belleza, riqueza, sabiduría, conocimiento, fama y renuncia].
La ganancia suprema en la vida es el servicio devocional a Mí, y la verdadera educación cancela la falsa percepción de dualidad en el alma.
El verdadero pudor debe repudiar las actividades inapropiadas, y la belleza debe poseer buenas cualidades como el desprendimiento.
La verdadera felicidad debe trascender la felicidad material, y la infelicidad y la verdadera miseria deben estar implicadas en la búsqueda del placer sexual.
Un hombre sabio es aquel que conoce el proceso de liberación de la esclavitud, y un necio es aquel que se identifica con su cuerpo y mente materiales.
El verdadero camino en la vida es el que conduce a Mí, y el camino equivocado es la gratificación de los sentidos por la que se desvía la conciencia.
El verdadero cielo es el predominio de la virtud pura, mientras que el infierno es el predominio de la ignorancia.
Yo soy el verdadero Amigo de todos, actuando como el Maestro Espiritual de todo el universo, y su hogar es el cuerpo humano.
El que está enriquecido con buenas cualidades es realmente rico, y el que no está satisfecho en la vida es realmente pobre.
Una persona miserable es aquella que no puede controlar sus sentidos, mientras que una persona que no está apegada a la gratificación de los sentidos es un verdadero controlador [que controla sus sentidos y su mente].