Nuestro deber eterno es servir a Dios y agradarle.
Entregarse a Krishna, Dios, la Persona Suprema, uniendo nuestros intereses con los Suyos, uniendo nuestra voluntad con la Suya, renovando el vínculo con Él, obedeciéndole sin reservas, espontáneamente, inmediatamente, y sirviéndole con amor y devoción es nuestro eterno deber.
Servir a Krishna, Dios, la Persona Suprema es la manifestación del amor a Dios, y la perfección de la existencia.
Verdaderamente, todos los seres santos que viven con Krishna, Dios, la Persona Suprema y Soberana en Su reino de conocimiento, dicha y eternidad, naturalmente actúan y se comportan de esta manera. Sus corazones están llenos de amor por Dios, y Krishna les devuelve este amor sublime.
La existencia no tiene otra finalidad que satisfacer a Dios, complacerle, hacerle feliz. Así que en la tierra ya, actuemos todos así.
¿Por qué cuando Dios da señales a la gente, como el covid-19, simplemente no quieren escucharlo y seguirlo?