energía espiritual. Él existe eternamente, y por lo tanto no puede morir ni desaparecer para siempre, ya que está presente en todas partes en Su forma de Alma Suprema.
Después de la batalla de Kuruksetra, el Señor dijo: «La inmensa carga de la Tierra ha sido eliminada con la ayuda de Drona, Bhisma, Arjuna y Bhima. Pero, ¿qué quiere decir esto?
Todavía hay un poder formidable, el de la dinastía Yadu, nacida de Mi propia Persona, que probablemente se convierta en una carga aún mayor».
Cuando Krishna habló de la carga de la dinastía Yadu, no se refería a la carga de la bestia de carga. El enorme número de miembros de la familia del Señor Krishna, descendientes de Su Persona, ascendía a varios millones de individuos y ciertamente significaba un aumento considerable de la población de la tierra; pero como todos ellos procedían del Señor mismo, a través de Sus emanaciones plenarias, eran una fuente de inmenso placer para el planeta. Así que cuando el Señor habló de ellos como una carga, estaba pensando en su inminente desaparición. De hecho, todos los miembros de su familia eran encarnaciones de diferentes seres celestiales, todos los cuales tuvieron que abandonar el planeta al mismo tiempo que el Señor. Debe entenderse, por tanto, que las palabras de Krishna sobre la carga insoportable de la dinastía Yadu en la Tierra se refieren a la carga de la separación.
El Señor añade: «Discutirán entre ellos en la embriaguez, con los ojos cobrizos por beber [una bebida llamada madhu]. Sólo entonces dejarán este mundo; de lo contrario, nada podrá provocar su perdición. Este incidente ocurrirá después de mi desaparición».
Según su voluntad, el Señor aparece y desaparece con sus compañeros. Nunca están sujetos a las leyes de la naturaleza material. Por lo tanto, nadie podía aniquilar a los miembros de la familia de Krishna, ni podían morir de forma natural. Por lo tanto, la única manera de hacerlos desaparecer era simular una pelea entre ellos, como si estuvieran discutiendo por haber bebido demasiado. Este simulacro de lucha también ocurriría por voluntad del Señor, pues ninguna causa externa podría haberlo provocado. Al igual que Arjuna había sido engañado por el afecto familiar para que el Bhagavad-gita pudiera ser enunciado, la dinastía Yadu se emborracharía y pelearía sólo por la voluntad del Señor, y por ninguna otra razón. Los devotos y compañeros del Señor están completamente sometidos a Él; por lo tanto, son instrumentos sublimes en Sus manos, que Él puede utilizar como le plazca. Los propios sabios puros encuentran un gran placer en estos entretenimientos del Señor, pues todos desean verle feliz. Los seres santos nunca buscan afirmar su individualidad en forma independiente; por el contrario, utilizan su individualidad para satisfacer los deseos del Señor, y esta cooperación entre los santos sabios y el Señor hace la perfección del entretenimiento de Krishna.