En sus manos tiene una hermosa flauta. Su arma es el disco, que utiliza contra los malhechores demoníacos. El arma personal de Sri Krishna, el disco, se llama el disco de Hari. Esta arma es la rueda del tiempo, desde el tiempo minúsculo correspondiente a los átomos hasta la duración de la vida de Brahma, el demiurgo y primer ser creado, y rige toda la acción. Sigue girando y haciendo fluir la existencia de todos los seres, desde Brahma hasta la insignificante brizna de hierba; cada uno pasa de la cuna a la infancia, luego a la juventud y a la edad adulta, acercándose cada vez más al final de su vida. Es imposible detener esta rueda del tiempo, que es muy exigente ya que es el arma personal de Dios, la Persona Suprema. A veces, temiendo la proximidad de la muerte, el alma condicionada desea adorar a algún ser que pueda salvarla de este peligro inminente, pero no presta atención al Señor Soberano, cuya arma es la rueda incansable del tiempo. En cambio, recurre a un dios de invención humana descrito en textos apócrifos. Estos dioses, que no se mencionan en las escrituras védicas, las sagradas escrituras originales también llamadas «El Verdadero Evangelio», pueden ser comparados con buitres, zopilotes, garzas y cuervos. La proximidad inminente de la muerte se asemeja al ataque de un león, y ningún buitre, buitre, cuervo o garza puede proteger de este ataque; en otras palabras, quien busca refugio en falsos dioses inventados por el hombre no puede escapar de las garras de la muerte.
En las plantas de los pies del Señor podemos ver los siguientes signos: Un estandarte, un rayo, un bastón de mahout, un pez, una sombrilla, una flor de loto y un disco.
Y en las palmas de sus manos: flores de loto y ruedas de carro.
Siete partes de su cuerpo brillan con un resplandor rojizo: sus ojos, las palmas de sus manos, las plantas de sus pies, su paladar, sus labios y sus uñas.
Un cinturón rodea sus lomos y caderas. Su aspecto es de lo más encantador, y su comportamiento sereno deleita los ojos del alma de los seres santos que lo contemplan. Cuando Él toca Su flauta trascendental, encanta y fascina a los tres mundos, y todos los seres vivos, tanto los que se mueven como los que se quedan quietos, se ven invadidos por el éxtasis hasta el punto de temblar y no poder reprimir sus lágrimas. El sonido de su flauta crea un torbellino que, junto con las ondas de sus movimientos, hace que los corazones de las gopis se estremezcan como las hojas secas de un árbol; una vez que han caído a los pies de Krishna, nunca vuelven a levantarse.
La belleza de Krishna es incomparable, y nadie puede superarlo o incluso igualarlo en este aspecto. El Señor es eternamente hermoso y digno de la adoración de los habitantes de todos los planetas materiales y espirituales. Su juventud es eterna y siempre está dispuesto a derramar sus bendiciones sobre sus devotos. Es la bondad personificada.
El Señor Krishna es como un medallón de zafiro, con reflejos verdes, en un collar de oro con incrustaciones de piedras preciosas. Cuando baila, su cuerpo con la belleza de