La verdadera resurrección, la verdadera tierra prometida, los intercambios de amor con Dios y la magnificencia del mundo espiritual.
En verdad, la muerte, que concierne sólo al cuerpo material y no al alma, es en realidad un cambio de cuerpo.
Estar totalmente absorto en Krishna, Dios, la Persona Suprema, y estar libre de toda corrupción, de todo deseo material, es una y la misma cosa.
Así como un hombre rico abandona los objetos triviales, el devoto de Dios, seguro de alcanzar el reino del Señor donde la existencia es eterna, toda de conocimiento absoluto y bienaventuranza perfecta, naturalmente no siente ningún deseo por los objetos de placer. meros juguetes, meras sombras de la realidad, sin valor real duradero. Así reconocemos al que se ha enriquecido espiritualmente.
Luego, a su debido tiempo, cuando el ser santo purificado está listo, ocurre lo que comúnmente se llama muerte, pero que en última instancia es solo un cambio repentino de cuerpo. Para el ser puro, este cambio se compara con el relámpago que va acompañado simultáneamente de una luz brillante. Por voluntad suprema de Dios, desarrolla un cuerpo espiritual en el mismo momento en que deja el cuerpo material.
Obsérvese, sin embargo, que incluso antes de la muerte, el ser puro está libre de todos los apegos materiales y que posee, debido a su contacto permanente con el Señor, un cuerpo enteramente espiritualizado.
Nuestra condición material no nos permite ver al Señor ni siquiera conocer nuestra verdadera identidad, porque estamos privados de la visión espiritual, sino que rompemos nuestras ataduras de esta condición material y concepción corporal de la existencia, en la que encontramos nuestra forma espiritual original., y entonces podemos vernos a nosotros mismos, así como al Señor, cara a cara.
La liberación es el retorno del ser espiritual encarnado, una vez que se ha liberado de toda concepción material de la existencia, a su condición espiritual original y natural.
La vida humana es precisamente la oportunidad de desarrollar las cualidades necesarias para obtener esta libertad espiritual.