Si el pueblo en su conjunto cantara el Santo Nombre de Dios, «Haré Krishna», entonces la paz reinaría en la tierra y la lluvia caería a su debido tiempo.
Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré / Haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.
Este canto de los santos nombres de Krishna significa: «Oh Señor, oh Fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amado siervo.»
El Señor Chaitanya Mahaprabhu, el Avatar de Oro dice:
Prepararé el camino para la religión de esta época, el canto colectivo del santo nombre del Señor. Así daré al mundo una muestra de las cuatro formas de dulce intercambio que están unidas al servicio del amor y la devoción, y así lo haré bailar en éxtasis.
He traído el remedio para el sueño perpetuo en el que están inmersos todos los seres. Por favor, acepta el Santo Nombre del Señor, el maha-mantra [el gran mantra, la vibración sonora espiritual] Haré Krishna, y despierta.
Gloria al canto de los Santos Nombres de Krishna. De nuestros corazones barre todas las impurezas acumuladas a lo largo de los años, extingue el fuego ardiente de la existencia condicionada, con sus interminables nacimientos y muertes. El movimiento sankirtana [sankirtana: cualquier actividad que tenga como objetivo difundir las glorias de Dios en beneficio de todos los seres. Su principal manifestación es el canto público de los santos nombres del Señor, siempre acompañado de danzas y de la distribución de alimentos consagrados] difunde la mayor bendición sobre todos los seres humanos, extendiendo sus rayos como la luna benévola. Como arma de conocimiento espiritual, hace crecer el océano de la dicha absoluta y nos permite saborear plenamente el néctar que anhelamos constantemente.
Palabras de sabiduría.
La muerte es inevitable para todo ser espiritual encarnado, pero el alma en sí misma nunca muere, al estar totalmente separada del cuerpo material.
La idea de que «algún día moriré» tiene su origen en la ignorancia de los datos relativos a la verdad, pues el alma, que es lo que cada uno de nosotros es realmente, no pasa por las fases corporales de no existencia, nacimiento, existencia y muerte.