Conociendo esta verdad, cuando llegue el momento de la muerte, debemos meditar inmediatamente en el Señor Krishna, para que la muerte no nos afecte, porque a diferencia del cuerpo, nosotros no nacemos. No hubo ningún momento en el pasado en el que no existiéramos, y no tendremos un final, porque el alma no nace ni muere. No ha nacido y es inmortal.
Hay que entender que el verdadero Yo, el alma que somos, está separado del cuerpo y es inmortal. Cuando los dos cuerpos de materia densa y etérea que cubren el alma mueren, la entidad espiritual que hay en ellos retoma su identidad espiritual. Los cuerpos materiales, las cualidades y las actividades del alma espiritual son creados por la mente material. El alma asume la existencia material. La vida material, basada en la identificación del alma con el cuerpo, se desarrolla y se destruye por la operación de los tres atributos de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia, que son los bloques de construcción del cuerpo. El alma dentro del cuerpo es autoluminosa, ya que el resplandor emana de su forma espiritual, y está separada del cuerpo grueso visible y del cuerpo etéreo invisible.
Al meditar constantemente en el Señor Supremo, Krishna, y desarrollar una mente clara y lógica, debemos considerar cuidadosamente nuestro verdadero Ser y cómo está situado en el cuerpo material. Debemos considerar que nuestra naturaleza espiritual es idéntica a la de Dios, la fuente de todo lo que existe. Así, volviéndonos hacia el Alma Suprema, ni siquiera notaremos la muerte cuando llegue. Tampoco veremos nuestro cuerpo moribundo ni el mundo material que nos rodea, porque entonces nos daremos cuenta de que estamos separados de él.
El Señor dice:
En el momento de la muerte, el alma se reviste de un nuevo cuerpo, ya que el antiguo ha quedado inservible, al igual que uno se reviste de ropa nueva después de haberse desgastado.
La muerte es segura para los que nacen, y el nacimiento es seguro para los que mueren.
Que el alma separada cambia de cuerpo es evidente cuando el cuerpo se desgasta o se vuelve inútil. Cuando el cuerpo alcanza la última etapa de su vida, el alma que lo habitaba lo abandona y pasa inmediatamente a un nuevo cuerpo. Son los ayudantes de Dios los que se encargan de esta tarea.
Permanezcamos siempre conscientes de Krishna, Dios, la Persona Suprema, y no olvidemos nunca la relación espiritual y de amor absoluto con Él. De esta manera nos mantenemos libres de toda angustia material.
Quien quiera realizar a Dios no tiene otro recurso que adoptar el camino trascendental de la conciencia de Krishna o de Dios. En verdad, es sólo a través del servicio devocional que uno puede conocer la forma espiritual y absoluta de Dios. Es sólo a través de este sublime servicio de amor y devoción a Krishna que uno puede acercarse a Él, verlo cara a cara y ganar Su divino favor.