Meditación pura.

Los verdaderos espiritualistas meditan en la forma espiritual del Señor tal como se manifiesta en el loto de su corazón.

El gran sabio Narada Muni, que por la misericordia del Señor puede entrar y salir del reino de Dios, describe la forma sublime de Krishna, Dios, la Persona Suprema.

La forma del Señor conserva para siempre una apariencia juvenil. Cada parte de su cuerpo y cada miembro están bellamente formados, sin el más mínimo defecto. Sus ojos y labios tienen la tez rosada del sol naciente. Siempre está dispuesto a acoger al alma que se entrega a Él, y quien tiene la incomparable fortuna de mirarlo siente una satisfacción infinita. El Señor siempre se muestra digno de ser el Maestro del alma sumisa, pues es un océano de misericordia.

El Señor también lleva la marca de srivatsa [un mechón de pelo blanco en Su amplio pecho] donde está la diosa de la fortuna, y Su cuerpo es de color azul muy oscuro. El Señor es una Persona; existe eternamente en su manifestación de dos brazos adornados con una guirnalda de flores; en sus manos sostiene una flauta muy hermosa.

Varios ornamentos adornan el cuerpo de la Persona Suprema, Krishna, una pluma de pavo real adorna Su hermoso cabello negro y rizado. Lleva collares y brazaletes preciosos, la joya Kaustubha cuelga de Su cuello y está vestido de seda amarilla. Las campanas de oro adornan su cintura, y las que tintinean en sus tobillos aumentan el encanto de sus pies de loto. Las uñas de sus pies de loto brillan como joyas. Sus rasgos y todas las líneas de su cuerpo ejercen una seducción infinita y encantan a la vista. Siempre calmado, pacífico y tranquilo, Él encanta los ojos y la mente. El Señor siempre está sonriendo, y el ser santo debe verlo constantemente en esta actitud, mientras dirige Su mirada infinitamente misericordiosa hacia Su devoto.

Así es como se debe meditar en Dios, la Persona Suprema, el otorgador de todas las bendiciones. Aquel que medita de esta manera, concentrando su mente en esta forma del Señor, la fuente eterna de la fortuna, se libera pronto de todas las impurezas materiales, y su meditación nunca se interrumpe.

Si quieres saber mucho más sobre la forma real del sublime y absoluto cuerpo espiritual del Señor, entra en mi página web sauljudoeus.fr, y abre el libro «Conozcamos al Señor» en la página 114 (página 104 para la versión inglesa, y página 134 para la versión española), cuyo título es: «Krishna, Dios, la Persona Suprema, como realmente es».

Las ocho características de una persona liberada.

En realidad, la liberación significa volver a nuestra posición original, que consiste en servir al Señor con amor y devoción. Es desprenderse de todas las atracciones materiales para estar absorto en el servicio de amor y devoción ofrecido a Krishna, Dios, la Persona Suprema; esto es lo que se llama inmutabilidad. La liberación es también romper las cadenas que nos mantienen cautivos de la materia y de este mundo material, para volver al reino eterno de Dios. El servicio al Señor es ese nivel de perfección que se llama «la más alta liberación».