De hecho, el ser consciente de Krishna siempre actúa con pleno conocimiento de su relación con el Señor Supremo, y la perfección de esta ciencia consiste en el conocimiento perfecto del Señor Krishna, la Suprema Personalidad de Dios.
El alma pura, como un fragmento integral y diminuto de la Divinidad, permanece como su sirviente eterno. Pero en cuanto desea dominar maya, la naturaleza material ilusoria, es atrapada por ella y, por lo tanto, se convierte en su presa, sufriendo de diversas maneras. Y mientras el alma permanezca en contacto con la materia, debe actuar conforme a sus necesidades materiales.
Sin embargo, incluso en medio de la materia, podemos despertar nuestra conciencia espiritual y recuperar una existencia pura. Todo lo que necesitamos hacer es practicar la conciencia de Krishna, es decir, abandonar la conciencia material y elegir la conciencia espiritual o la conciencia de Dios. Cuanto más avanzamos en este camino, más nos liberamos de las garras de la materia.
El Señor es imparcial. Todo depende de los esfuerzos que hagamos para cumplir con nuestro deber, controlar nuestros sentidos y superar la influencia de la lujuria y la ira. Controlar nuestras pasiones nos permite desarrollar la conciencia de Krishna y alcanzar el nivel espiritual.
Si realmente deseamos desapegarnos de la materia, debemos aumentar nuestro apego a la conciencia de Krishna, pues la renuncia a los placeres sensuales y al materialismo por sí sola no servirá de nada.
Debemos centrar nuestra atención en Krishna con firmeza, para que nada nos distraiga de este objetivo. Este es el servicio devocional puro y puro.
Debemos cultivar la conciencia de Krishna de forma favorable, es decir, pensando únicamente en la satisfacción de Krishna y en nuestro deseo de ofrecerle todos los frutos de nuestras acciones. Debemos pensar en Él con perfección, es decir, con el deseo imperioso de complacerlo, hacerlo feliz y satisfacerlo en todos los sentidos.
En realidad, no existe otra conciencia aparte de la conciencia de Krishna, la conciencia espiritual. Por lo tanto, incluso durante nuestra estancia en el universo material, solo necesitamos intensificar nuestra conciencia de Krishna para vivir inmediatamente en el mundo espiritual. Por ejemplo, vivir en un templo equivale a vivir en el reino espiritual, debido al servicio constante que ofrecemos a Krishna. Allí se realizan muchas actividades para Krishna. Por lo tanto, quienes se adhieren estrictamente a los principios de la conciencia de Krishna viven verdaderamente en el mundo espiritual, no en el universo material, aunque aún estén allí. Su espacio ya no es material, sino espiritual.
Tal es el poder de la conciencia de Krishna.


