Esto nos permite alcanzar el fruto más elevado de la espiritualidad: la elevación a Goloka Vrindavana, el planeta más elevado del mundo espiritual, el de Krishna mismo. También nos permite eliminar todos los pecados acumulados en nuestras vidas anteriores de existencia material, purificar nuestro corazón contaminado, liberarnos de nuestro encierro en la materia (el cuerpo material) en este mundo, obtener conocimiento espiritual, progresar y dar origen a todas las formas de servicio devocional, despertar nuestro amor por Krishna, Dios, la Suprema Personalidad, saborear la felicidad espiritual, obtener la compañía de Dios y dedicarnos a su amoroso servicio devocional como si nos sumergiéramos en las aguas de un gran océano de amor, y alcanzar, en cualquier situación, sin falta, la perfección suprema. Basta con cantar o recitar «Hare Krishna», sin cometer ninguna ofensa, para que la impureza de la era actual desaparezca de nosotros, permitiéndonos así recuperar nuestro cuerpo espiritual original y regresar a Krishna, Dios, la Suprema Personalidad, en nuestra verdadera morada, donde estábamos al principio de todas las cosas.

El dulce sonido trascendental que emana de las vibraciones espirituales del canto de los Santos Nombres, Hare Krishna, es una creación especial del Señor. Este dulce canto está inspirado en el amor de Dios.

El Señor Chaitanya Mahaprabhu, el Avatar Dorado, Krishna mismo, descendió en esta era oscura para predicar la religión de la conciencia de Krishna. El canto de los Santos Nombres del Señor Krishna es, por lo tanto, el principio religioso de la era actual.

En la era actual, el canto de los Santos Nombres del Señor es el camino espiritual más accesible para todos, y fue el Señor Chaitanya quien lo inició.

En verdad, el servicio amoroso y devoto que ofrecemos a Krishna, el único que nos permite acercarnos a Él con certeza, comienza con el canto de los Santos Nombres.

El canto de los Santos Nombres es el camino más fácil y la esencia de la espiritualidad para la era actual.

En la era actual, las nimiedades son suficientes para provocar serios conflictos. Por eso las escrituras originales recomiendan un método de realización espiritual común a todos: el canto de los santos nombres del Señor.

Las personas, cada una en su propio idioma, pueden reunirse y glorificar al Señor con cánticos melodiosos. Esta práctica debe realizarse sin ofensas, y quienes participen en ella tendrán la seguridad de alcanzar gradualmente la perfección espiritual sin tener que seguir un método más exigente.

Estas son las diez ofensas contra los Santos Nombres que no deben cometerse:

Blasfemar contra un devoto del Señor.

Igualar al Señor con seres celestiales o creer en la existencia de muchos dioses.

Ignorar las órdenes del maestro espiritual.