Esto significa que los seres liberados pueden seguir experimentando diversas formas de existencia. Al principio pueden haber deseado disfrutar de la misma opulencia que Krishna, pero cuando su desarrollo total se completa, su amor innato por Krishna, que tan bien expresan los habitantes de Vrindavana, ocupa el primer lugar en sus corazones.

Entre las diversas categorías de seres santos, el superior es el que se siente atraído por la única forma original del Señor, la de Krishna en Vrindavana.

Krishna, Dios, la Persona Suprema conduce al ser santo a la liberación.

En verdad, todos los devotos del Señor son seres liberados, guías espirituales ermitaños en este mundo material, sabios eruditos. Todas estas grandes almas no tienen otra ocupación que glorificarle y servirle con amor y devoción.

El Señor Krishna es el Maestro de los tres mundos. Él puede satisfacer todos los deseos de todos Sus devotos, tanto si están en el mundo material como en el espiritual, porque Él es el Alma Suprema de todos. Sólo Él puede liberar a Sus devotos de la existencia material e ilusoria, siempre está dispuesto a entregarse a ellos.

El Señor dice: «Es cierto que Mis devotos, Mis queridos amigos y sirvientes están libres de todas las impurezas materiales, aunque no quieran implorar esta liberación de Mí, pues nunca desean nada de Mí excepto servirme. Sin embargo, dado que dependen enteramente de Mi Persona, si se les ocurre hacer alguna petición a Mí, ésta no puede ser de naturaleza material. Sus ambiciones y deseos, en lugar de atarlos a la materia, se convierten para ellos en una fuente de liberación.»

El Señor añade: «Yo soy el que concede todas las bendiciones a los seres e incluso la liberación de este mundo de la materia. Sólo Yo puedo poner fin a la existencia material para llamar de nuevo a Mí al alma condicionada, de vuelta a su hogar original.»

La clave de la liberación.

Para liberarse de la esclavitud material, basta con entregarse a Dios y tomar la firme resolución de servirle con amor y devoción por toda la eternidad. La clave de la liberación es el amor a Krishna, Dios, la Persona Suprema.