Lo veremos a nuestro lado para enseñarnos la ciencia espiritual pura, para mostrarnos su amor, para aconsejarnos, para guiarnos y para indicarnos mediante señales lo que debemos hacer y lo que no.
Veremos que Él es realmente nuestro Padre Celestial, el Monarca Soberano de todo el universo, y que nada puede suceder sin su consentimiento previo.
Para espiritualizarse, basta con amar a Krishna, Dios, la Persona Suprema, obedecerle, hacer Su Divina Voluntad, poner en práctica Sus leyes, mandamientos, ordenanzas, consejos, directivas y principios reguladores, seguir Sus instrucciones, entregarse a Él y servirle con amor y devoción.
De este modo, seguramente acumularemos muchas bendiciones en el reino de Dios, que conservaremos por toda la eternidad.
Con respecto a la vida eterna, el Señor dice: «Respondo a la adoración del creyente piadoso según el sentimiento trascendental que lo anima, tal es Mi naturaleza. El servicio devocional que Me ofrecen los seres vivos revive la vida eterna en ellos.»
Las verdaderas relaciones que los seres humanos deben tener entre sí son las del nivel del alma, basadas en los vínculos que los unen con el Alma Divina Suprema, Dios, porque las relaciones de alma a alma se establecen a partir del vínculo que une a cada persona con el Alma Suprema. Estas relaciones basadas en el alma conducen a la liberación espiritual, porque tienen a Krishna, Dios, la Persona Suprema, a sí mismo, como su firme vínculo.
Entregarse a Dios y servirle con amor y devoción es la perfección de la existencia y la vida eterna.
En el reino de Dios, cada palabra es una canción, y cada paso es una danza.
Vrindavana es un lugar de naturaleza espiritual eterna, poblado por diosas de la fortuna, conocidas como gopis. Todos son los amados de Krishna y Él su único amor.
Todos los árboles son árboles de los deseos de los que se puede obtener lo que uno desea. La tierra está hecha de piedra filosofal y el agua es néctar. Cada palabra es una canción, cada paso es una danza, y la flauta de Krishna acompaña sus movimientos en todo momento. El Señor Krishna, vestido con brillantes túnicas amarillas y adornado con una hermosa guirnalda de loto, canta a veces con una hermosa y dulce voz. Está resplandeciente de gran belleza.
Todo brilla con luz propia. Aquellos que obedecen a Krishna, Dios, la Persona Suprema, que siguen Sus instrucciones, que hacen Su voluntad, que se rinden a Él y le sirven con amor y devoción, muy pronto alcanzarán su condición original, espiritual, y como seres espirituales, volverán al Señor para escucharle tocar Su maravillosa flauta. Se sentirán atraídos y fascinados por las sublimes vibraciones sonoras espirituales que emanan de él, pero también para jugar, bailar y comer con él.
Estos son los diferentes aspectos de la dicha espiritual experimentada en la variedad espiritual del reino eterno y absoluto del Señor Krishna.
En el reino de Dios no hay pasado, presente ni futuro, y esto es una verdadera maravilla. Este es el objetivo último de la existencia.
(Para más información, véase el libro: «El mundo espiritual»).