En el momento de la muerte, el fuego [el calor interno] quema el cuerpo burdo, y si uno ya no tiene ningún deseo de disfrute material, el cuerpo etéreo también se aniquila, dejando sólo el alma pura.

Aquellos que se liberan de las cadenas que los mantienen cautivos en los dos cuerpos de la materia y la materia etérea y permanecen en el estado de alma pura, vuelven a Krishna, Dios, la Persona Suprema, en Su morada original, para entrar en el servicio amoroso del Señor por la eternidad.

Krishna, Dios, la Persona Suprema es el objetivo real, único y último de la existencia. Ir a él en su reino absoluto de conocimiento, dicha y eternidad, donde está nuestra morada original, debería ser nuestro único pensamiento, nuestra única preocupación y nuestro único objetivo.

Después de dejar sus dos cuerpos de materia densa y etérea, el ser santo recupera su verdadero cuerpo espiritual y regresa a Dios, a su morada original en el reino del Señor, donde es recibido con gran respeto y reverencia por todos los que ya han llegado allí.

El servicio de amor y devoción ofrecido al Señor disuelve el cuerpo etéreo del ser individual distinto de Dios.

En verdad, la vida humana es exclusivamente para el progreso y la realización espiritual.

Si espiritualizamos nuestras acciones, nuestro espacio y nuestra vida, entonces veremos a Dios actuar.

La más bella muestra de amor que una persona puede mostrar a sus seres queridos, y mejor aún, a toda la humanidad, es la de ofrecerles tres maravillosos regalos, los más bellos que existen:

Krishna, Dios, la Persona Suprema misma, el conocimiento espiritual eterno y la verdad absoluta.

No busquemos acaparar, acumular, aumentar nuestras posesiones materiales, nuestra riqueza, nuestro poder, porque todo esto es temporal, efímero y causará inevitablemente nuestra caída. Estaremos atrapados en la materia y sufriremos por ello, porque pasaremos por el ciclo infernal de repetidos renacimientos y muertes. Si espiritualizamos nuestras acciones, nuestro espacio y nuestra vida, entonces veremos a Dios actuar.

Lo veremos actuar, para reducir la maldad a la nada, y silenciar a todos los que difunden el odio y el racismo.

Le veremos actuar, para ayudar a los desafortunados y resolver las dificultades de los que las tienen, sin que ellos lo sepan.