Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Está prohibido comer carne, pescado y huevos, porque en realidad, comer carne es participar en la matanza innecesaria de otros seres vivos. Esto provoca malas reacciones kármicas en esta o en la siguiente vida. Las leyes del karma establecen que quien mata a un animal para alimentarse se convertirá él mismo en una víctima en la próxima vida y será devorado.

En realidad, el castigo de un delito está justificado porque hace justicia y restablece los derechos. Por lo tanto, quien mata a un animal debe esperar el mismo destino. Esta es la verdadera justicia.

Según la ley divina, la justicia exige que el asesino sea condenado a muerte. Sería injusto perdonarle la vida, ya que al escapar de la muerte también escapa a la justicia, y tendrá que sufrir terriblemente en su próxima vida. Para evitarle tal tormento, el asesino debe ser condenado a muerte en su vida presente.

La justicia que condena a muerte a un asesino le hace verdadera justicia y misericordia al quitarle la vida. Según la filosofía espiritual, la persona que mata a un animal debe esperar el mismo destino. Ninguna persona en su sano juicio correría ese riesgo.

También hay algo de karma en tomar la vida de las plantas, pero es anulado por el proceso de ofrecer comida a Dios, porque el Señor dice que acepta tales ofrendas vegetarianas.

También hay que renunciar a las sustancias excitantes y venenosas, como el café, el té, el alcohol y el tabaco. Intoxicarse de este modo equivale a dejarse influir por la ignorancia, y puede conducir a un nacimiento inferior en la próxima vida.

Otras técnicas para liberarse del ciclo de renacimientos repetidos incluyen ofrecer los frutos del trabajo a Dios. Todos los seres humanos tienen que trabajar para mantener sus cuerpos, pero si uno actúa sólo para su propia satisfacción, entonces tiene que aceptar las consecuencias del karma, ya sea bueno o malo, en vidas futuras.

Sin duda, hay que actuar para la satisfacción del Señor. Esta acción se llama servicio devocional, y está libre de karma. Actuar con conciencia de Dios es como realizar sacrificios.

El ser humano debe sacrificar su tiempo y dinero para la satisfacción de Krishna, el Ser Supremo y Soberano. La acción debe ofrecerse como un sacrificio a Dios, para no atar al hacedor al mundo material. La acción realizada como servicio devocional no sólo lo protege a uno de las reacciones del karma, sino que también lo eleva gradualmente al servicio del amor espiritual ofrecido al Señor, que es la clave para entrar en el reino de Dios.

Adoptemos el vegetarianismo espiritual.

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