Cuando Krishna aparece en este mundo, todas Sus manifestaciones, emanaciones plenarias y emanaciones de emanaciones plenarias vienen con Él. Así, algunos de Sus entretenimientos no son revelados por Krishna mismo, el Krishna original, sino por Sus diversas emanaciones y por las emanaciones de Sus emanaciones plenarias.

Sri (Sri = Señor) Ká¹›iá¹£hṇa es el Señor absoluto y ÅšrÄ« Balarāma es la primera emanación plenaria de Krishna relacionada con Sus entretenimientos.

El Señor Krishna descendió al mundo mortal por su poder interno. Vino en su forma eterna, que es muy adecuada para sus entretenimientos. En cuanto a estos entretenimientos, fueron la maravilla de todos, incluso de aquellos que estaban orgullosos de su propia opulencia, e incluso del propio Señor como el maestro de Vaikuntha, el mundo espiritual. Así, Su cuerpo espiritual es el ornamento de los ornamentos.

Como confirman los himnos védicos, el Señor Supremo supera a todos los seres vivos en todos los universos del mundo material. Es el más grande de todos. Nadie puede superarle o incluso igualarle en riqueza, poder, fama, belleza, conocimiento o renunciación. Cuando Sri Krishna estaba presente en nuestro universo, se asemejaba a un ser humano porque Su apariencia era muy apropiada para Su entretenimiento en el mundo mortal. Él no vino a la sociedad de los hombres en Su forma de cuatro brazos de Vaikuntha porque no era adecuado para Su entretenimiento. Sin embargo, aunque vino con apariencia humana, nadie ha sido capaz de igualarlo en ninguna de las seis atractivas características de Su Persona. Todos en este mundo están más o menos orgullosos de sus atractivos, pero cuando Sri Krishna estaba evolucionando entre los hombres, superó a todos sus contemporáneos en todo el universo.

En efecto, los entretenimientos del Señor nunca cesan, como tampoco el sol deja el firmamento. El sol, en efecto, siempre permanece en su órbita, pero a veces es visible y a veces invisible para nuestros limitados ojos. Del mismo modo, los entretenimientos del Señor siempre tienen lugar en una u otra galaxia. Cuando Krishna desapareció del reino espiritual de Dvaraka, fue una desaparición sólo a los ojos de las personas que estaban allí en ese momento. Uno no debe cometer el error de juzgar el cuerpo espiritual del Señor, de cualquier manera adecuado para Su entretenimiento en el mundo mortal, como inferior en cualquier forma a Sus diversas manifestaciones en el Vaikuntha, los planetas espirituales. De hecho, los cuerpos que Él manifiesta en el universo material son absolutos, en el sentido de que Sus entretenimientos dentro del mundo mortal revelan una mayor misericordia que la que despliega en los planetas espirituales. En el Vaikunthaloka, los planetas espirituales, el Señor muestra gran misericordia a las almas liberadas, pero durante Sus entretenimientos en el mundo mortal, Él otorga Su gracia incluso a las almas caídas, siempre condicionadas. Además, las seis seducciones que Él adorna en el mundo mortal mediante el juego de su poder interno son raras incluso en los planetas espirituales. Todos Sus entretenimientos se manifiestan no por la energía material sino por Su energía espiritual. La excelencia de su danza rasa en Vrindavana