Mis queridos hijos, deben acercarse a un ser muy avanzado en la espiritualidad y aceptarlo como su maestro espiritual, poniendo así su fe y amor en Mí, el Señor Soberano. Debes odiar el disfrute material y tolerar la dualidad de alegrías y penas, comparable a los cambios estacionales entre el invierno y el verano. Intenta ser consciente de la miserable condición de los seres vivos, que son infelices incluso en los sistemas planetarios superiores. Busca la verdad con un espíritu filosófico, y luego acepta todo tipo de austeridades y penitencias para el servicio devocional. Renuncia a todos los esfuerzos por la gratificación de los sentidos y dedícate al servicio del Señor. Escucha las discusiones sobre Dios, la Persona Suprema, y vive siempre en contacto con seres santos.
Glorifica al Señor Supremo y considera a todos los seres como espiritualmente iguales. Vence toda hostilidad, y supera la ira y la aflicción. Deja de identificar tu ser con el cuerpo y el hogar, y hazte el hábito de leer las sagradas escrituras. Vive en un lugar apartado y sigue el camino hacia el control perfecto de la respiración vital, la mente y los sentidos. Tengan plena fe en los textos revelados, las sagradas escrituras, y observen siempre el voto de continencia. Cumple con los deberes que se te han prescrito y evita toda conversación innecesaria. Mientras meditas constantemente en Dios, la Persona Suprema, busca el conocimiento de una fuente fiable. Practicando el servicio devocional de esta manera, podrás, a fuerza de paciencia y entusiasmo, elevarte en el conocimiento y deshacerte del falso ego [de la identificación con el cuerpo, y la dominación por la naturaleza material].
Deben, mis queridos hijos, actuar de acuerdo con mi consejo; sean muy cuidadosos. Por las vías que os he indicado, os liberaréis de la ignorancia ligada al deseo de disfrutar del fruto de vuestras acciones, y el nudo de apego que rodea vuestro corazón se deshará definitivamente. Para progresar más, también hay que abandonar los medios utilizados, es decir, hay que evitar el apego al proceso que lleva a la liberación.
El que alcanza el nivel espiritual al mismo tiempo realiza el Ser Supremo, y encuentra una alegría infinita en él. Nunca se aflige, nunca aspira a nada; es igual a todos los seres. Entonces consigue servirme con puro amor y devoción.
El que desea fervientemente volver a Dios, a su morada original, debe considerar la misericordia del Señor Soberano como el bien último y el objetivo principal de la existencia. Ya sea un padre que educa a sus hijos, un maestro espiritual que guía a sus discípulos o un rey que aconseja a sus súbditos, cada uno debe instruir a los suyos como yo he hecho con vosotros. Y aunque el discípulo, el hijo o el súbdito se muestre a veces incapaz de seguir las instrucciones, hay que seguir instruyéndolo sin enfadarse. En cuanto a los ignorantes que se entregan a actos virtuosos o impíos, se les debe hacer participar de alguna manera en el servicio devocional; además, deben evitar siempre la acción interesada. ¿Qué se ganaría sometiendo a actividades kármicas a un discípulo, a un hijo o a un ciudadano que está privado de visión espiritual?