He aquí algunos de los innumerables Nombres del Supremo Eterno.

El-Elohe: «Dios poderoso, fuerte y preeminente». ELOHIM: «Dios creador, poderoso y fuerte». EL-SHADDAI : «Dios Todopoderoso». ADONAI: «Señor». YAHVE/JEHOVAH: «El Señor»

Krishna significa «El infinitamente fascinante» y «La fuente última de todas las energías».

Krishna sigue siendo el primero de ellos, el más poderoso, el último Nombre Supremo.

Está escrito:

«En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios. - En el principio estaba con Dios. Por medio de él todo era, y sin él nada era. De todo ser, él era la vida, y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no pudieron alcanzarlo».

Las escrituras védicas corroboran esta misma verdad. En el principio, pues, estaba el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Dios, en efecto, es la Verdad Absoluta, por lo que no hay disparidad entre Dios, Su Forma, Sus Atributos y Su Palabra. Todo lo que se relaciona con Dios es también Dios, mientras que en el universo material la sustancia sigue siendo diferente de su nombre. Si tienes sed, por ejemplo, no es diciendo «agua, agua» que te saciarás; pero en el ámbito espiritual, el Nombre de Dios -Ká¹›iá¹£hṇa- y Dios mismo, son idénticos.

Me gustaría citar un verso sánscrito relacionado con este pasaje de la Biblia:

Este verso explica que el Nombre de Dios tiene el mismo poder que Dios mismo. El Nombre de Dios se describe aquí como «completo», «desprovisto de toda contaminación material» y «eterno». No hay diferencia entre la Persona Suprema y Su Nombre. Por lo tanto, cuando cantamos el Santo Nombre de Dios, el de «Ká¹›iá¹£hṇa» por ejemplo, Ká¹›iá¹£hṇa se encuentra entonces presente Él mismo. Pero no es obligatorio cantar «Ká¹›iá¹£hṇa». Uno puede cantar cualquiera de los Nombres de Dios ya que Él tiene innumerables de ellos en todo el mundo que tienen el mismo efecto.

De hecho, Dios no tiene nombre, se le da uno de acuerdo a sus actos. Nosotros mismos glorificamos a Dios con el Nombre de «Ká¹›iá¹£hṇa», que significa «el infinitamente fascinante», pues es el primero de los Nombres de Dios, y el más poderoso. ¿Pero en qué sentido es Dios infinitamente fascinante?

Primero tendremos que definir lo que es fascinante en este mundo. Se dirá que una persona es fascinante por su riqueza, su poder, su sabiduría, su belleza y su renuncia, y que Dios los posee de forma infinita y absoluta.

Está escrito: «Todo fue por Dios y sin Dios nada fue».