Señor, quien vela por el bienestar de todos los seres, al alma distinta se le concede inmediatamente el cuerpo espiritual particular que le permitirá disfrutar de la compañía del Señor según una u otra de las perfecciones que haya alcanzado: la que le permite poseer los mismos rasgos corporales que el Señor; la que le permite vivir en el mismo planeta que el Señor; la que le permite disfrutar de las mismas opulencias que el Señor; y la que le permite vivir en la compañía del Señor.

La benevolencia del Señor es tal que, incluso si un ser virtuoso no alcanza la etapa de devoción pura, libre de toda impureza material, se le concederá la oportunidad de alcanzarla en su próxima vida. Al renacer en una familia adinerada o entre devotos del Señor, el espiritualista virtuoso no tendrá que librar la ardua lucha por la existencia material y, así, podrá completar su purificación. Cuando finalmente abandone su cuerpo, regresará inmediatamente al reino de Dios, su morada original. Cuando alcance el nivel espiritual, permanecerá allí eternamente.

Es imposible influir en la duración de la vida, porque las leyes que asignan a cada persona un cuerpo específico escapan a todo control. Has asumido un cuerpo determinado y debes habitarlo durante un período determinado. La duración de la vida nos la asigna originalmente nuestro karma, basándose en las consecuencias de nuestras acciones pasadas. Dios, siendo la vida, solo él la da, especifica su duración o la prolonga; nadie más.

Karma y Reencarnación

Bajo la Influencia de los Tres Atributos de la Naturaleza Material, el alma encarnada, extraviada por el ego falso, se cree autora de sus acciones, cuando en realidad son obra de la naturaleza. Al entregarse a sus pasiones y pasatiempos favoritos, los surfistas creen ejercer su plena libertad de acción, y creen que esto es una de las mejores maneras posibles. Pero lo que desconocen es que todos los seres vivos de este mundo material están sujetos a las estrictas leyes de la naturaleza material (impuestas por los tres atributos y modos de influencia de la naturaleza material: virtud, pasión e ignorancia), y que al usar su forma humana de forma inapropiada (como un pez), se verán obligados, al morir, por orden de esta misma naturaleza y del Maestro de la naturaleza, Krishna, a adoptar la forma de un pez.