El Señor Krishna ha aparecido en la superficie de este planeta con el único propósito de destruir a todos los llamados gobernantes que sólo son malhechores demoníacos, diablos con ropajes reales, que sólo engañan a la gente. Ha aparecido para dar cumplimiento a sus propias palabras.

«Vengo a este mundo con el único propósito de proteger los principios de la religión, destruir a los incrédulos, a los indeseables y proteger a Mis devotos».

Él está plenamente situado en el nivel espiritual y absoluto, en el conocimiento y la dicha perfectos, y encuentra en sí mismo su plenitud y se sitúa más allá de todo deseo. Al revelar Su poder interno, Él ha establecido la influencia de maya (Su energía externa). Su poder infinito no puede ser medido por nadie. Él es el Maestro Soberano. Él actúa mediante su propio poder interno, pero sería inútil creer que depende de alguna de sus creaciones.

Su aparición hace 5.000 años en su Forma original, toda la eternidad, el conocimiento y la dicha sobre la faz de la Tierra es un Entretenimiento de su Persona. No depende de nada más que de sí mismo.

El Señor llena a todos los presentes, y en todos ellos pone su mirada. Todos admiran su nariz ligeramente respingona, su amplia frente, sus orejas tensas y sus labios rojos. Sus largos y poderosos brazos, que le llegan hasta las rodillas, sus altos hombros, su amplio pecho en forma de concha. Su ombligo profundo y su abdomen marcado con tres líneas. Su cintura es ancha, grande, como las caderas de una mujer, y sus muslos recuerdan a la trompa de un elefante. Las otras partes de sus piernas, los tobillos, las finas articulaciones, son admirables. Las uñas de sus pies brillan y sus dedos parecen pétalos de la flor de loto. Su casco está adornado con joyas preciosas. Un hermoso cinturón rodea su cintura y lleva el hilo sagrado sobre su amplio pecho. Sus muñecas y antebrazos están adornados con brazaletes. En sus tobillos lleva campanas. Sus palmas se asemejan a la flor de loto.

Krishna, en Su forma personal, real, original y primordial, tiene sólo dos brazos y sostiene una flauta en Sus manos. Pero cuando adopta la forma de Visnu, Su emanación plenaria, lleva sus emblemas, como la caracola, la maza, el disco y la flor de loto, que lleva en sus cuatro manos, lo que aumenta aún más su radiante esplendor. En su pecho están los signos de Visnu; en su cuello hay guirnaldas de flores frescas. Todo en Él contribuye a hacer de Él una imagen sublime.

En su forma Visnu, el Señor lleva cuatro símbolos en sus cuatro manos: una flor de loto y una caracola, y una maza y un disco. La maza y el disco se usan como armas, y están destinados a los malhechores demoníacos, pero como el Señor es el Ser Supremo y Absoluto, el efecto final de los diversos objetos que lleva es idéntico. Si Él castiga a los malhechores con su disco y su maza, es sólo para que recuperen sus sentidos y se den cuenta de que no son la totalidad de lo que es, que por encima de ellos reina el Señor Supremo. Y al hacer sonar su caracola, así como al ofrecer sus