pretende darnos a conocer. Él es el Autor de la filosofía Vedanta, y por lo tanto el que la conoce más perfectamente. Krishna, el Alma Suprema en todos los seres, ya está en el cuerpo de todos.

Krishna, Dios, la Persona Suprema es el Ser Supremo cuya forma personal, real, original y primordial es la humana. El resplandor que emana de su cuerpo divino es el origen de su aspecto impersonal, la única forma conocida por las religiones monoteístas (judía, cristiana y musulmana), así como de su aspecto de Alma Suprema, también llamado Espíritu Santo.

Krishna dice: «Los necios Me denigran cuando desciendo a este mundo en forma humana. No saben nada de Mi naturaleza espiritual y absoluta, ni de Mi total supremacía».

Cuando Krishna caminaba por las orillas del Yamuna, (India) se podía ver Su rostro bellamente decorado con tilaka. Llevaba guirnaldas de flores silvestres y su cuerpo estaba ungido con pulpa de sándalo y hojas de tulasi. Krishna va muy bien vestido, lleva pendientes, un collar de perlas y toca su flauta, para encantar a su entorno, a los animales y a todas las plantas de alrededor e incluso más allá.

Los signos especiales de Krishna, sus emanaciones plenarias y avatares.

Está escrito en las sagradas escrituras originales: «Todos los Avatares (encarnaciones del Señor Supremo que descienden a este mundo) son emanaciones plenarias del Señor Krishna o emanaciones de Sus emanaciones plenarias. Pero Él, Krishna, es Dios mismo, en su forma original más completa».

Para evitar que alguien se haga pasar por un avatar, el verdadero avatar será reconocido por los signos particulares y característicos de su Divinidad que lleva en su cuerpo, en las palmas de sus manos y en las plantas de sus pies.

Signos en las plantas de los pies del Señor: Un estandarte, un rayo, un bastón de mahout, un pez, una sombrilla, una flor de loto y un disco.

Signos de las palmas de sus manos: flores de loto y ruedas.

Siete partes de su cuerpo brillan con un resplandor rojizo: sus ojos, las palmas de sus manos, las plantas de sus pies, su paladar, sus labios y sus uñas. Y finalmente en su pecho hay un mechón de pelo blanco.

EL AVATAR QUE NO TIENE NINGUNO DE ESTOS SIGNOS ES UN IMPOSTOR.

La complexión del Señor Supremo, Krishna, es azul-negro. De nuevo, el color del Señor no es una cuestión de imaginación poética. Sus ojos se asemejan al interior de un loto y sostiene una flauta en sus manos. Una tela sedosa, del amarillo brillante de