El Señor añade: «Según los hombres se entreguen a Mí, los recompensaré proporcionalmente. Todos siguen Mi camino, de una manera u otra.
Si alguien alimenta para Mí una devoción pura, viéndome como su hijo, su amigo o su amado, y Me considera su igual o inferior, Me convierto en su subordinado.
El servicio devocional que me ofrecen los seres vivos revive en ellos la vida eterna. Vuestra feliz fortuna no es otra que el amor que me lleváis, porque solo él os ha permitido obtener Mi favor».
Los principios reguladores (No tener relaciones sexuales ilícitas, fuera del matrimonio, no comer carne, pescado y huevo, no hacer uso de ninguna droga, excitante o sustancia embriagadora, alcohol, café, té, tabaco, no participar en juegos de azar o dinero)permiten a los devotos ordinarios elevarse a la etapa del perfecto amor de Dios. La perfección de la devoción está en el amor puro a Kṛiṣhṇa, que es el servicio devocional espontáneo.
La observancia de los principios reguladores encuentra su perfección en los planetas espirituales. La adhesión estricta a estos principios permite acceder a estos planetas. Sin embargo, el servicio de amor puro y espontáneo solo se encuentra en Krishnaloka, un planeta donde Krishna reside eternamente, en compañía de sus devotos puros. Es el más elevado de todos los planetas, tanto materiales como espirituales.
Debido a su naturaleza espiritual, el ser viviente (el ser espiritual encarnado) solo puede experimentar felicidad verdadera en el mundo espiritual, ya que el Señor Krishna es su fuente pura.
Para ver a Dios como Él es necesario entregarse a Él y servirle con amor y devoción. El servicio devocional es la manifestación de amor por Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema.
La magnificencia del mundo espiritual.
Kṛiṣhṇa, Dios, la Persona Suprema, reina en Maestro sobre la inmortalidad. El Señor quiere que el ser humano tenga una idea precisa de su reino eterno y absoluto.
El mundo espiritual, que es manifestado por la energía interna de Dios, cubre las tres cuartas partes de toda la creación, la otra cuarta parte está representada por el cosmos material. Los planetas del mundo espiritual son al menos tres veces más numerosos que los del cosmos material, y todos ellos poseen una naturaleza totalmente espiritual. El concepto de felicidad espiritual se manifiesta en toda su plenitud. Cada uno de estos planetas espirituales es absoluto, indestructible y libre de todas las imperfecciones relacionadas con este mundo material. Cada una produce su propia radiación, que equivale a la inconcebible radiación de millones de soles juntos.
Quienes moran allí están libres de la vejez, la enfermedad, la muerte y el renacimiento, y su conocimiento perfecto lo abarca todo. Son puros y libres de toda forma de deseo. Como el Señor mismo, su cuerpo espiritual es todo conocimiento, bienaventuranza y eternidad. Allí actúan sólo para ofrecer sublime servicio amoroso al Señor Soberano de los planetas espirituales. Estos seres liberados cantan sin cesar maravillosas canciones espirituales para la gloria del Señor Krishna.