Por eso el Señor Chaitanya, Mahaprabhu, el Avatar Dorado, el propio Krishna dice: «Acosado vida tras vida por las leyes de la naturaleza, el ser separado vaga por toda la galaxia en diferentes planetas y entre diferentes especies. Si de alguna manera tiene la suerte de encontrarse con un hombre santo que modifique toda su vida, puede entonces regresar a Dios, a su morada original.»
Está escrito en los Vedas, las escrituras sagradas originales: «En la transmigración (reencarnación) del alma a través de diferentes cuerpos, cada ser humano, animal, vegetal o celestial tiene un padre y una madre». Así que no hay nada difícil en esto. Lo que es difícil es conseguir un verdadero maestro espiritual, y a Krishna.
Por eso el deber del ser humano es aprovechar la oportunidad de ponerse en contacto con el representante de Krishna, el auténtico maestro espiritual. Bajo la guía de este padre espiritual, puede entonces regresar a Dios, a su morada original. Se convirtió entonces en «dos veces nacido».
Tan pronto como un ser individual, distinto de Dios, olvida su propia posición natural y trata de hacerse Uno con el Absoluto, empieza su existencia condicionada. En efecto, es la concepción que el Ser Espiritual Supremo, Krishna, y el ser separado son iguales no sólo en la cualidad sino también en la cantidad, que está en la raíz de la existencia condicionada.
Cualquiera que olvide la diferencia entre el Señor Supremo y el ser separado está sujeto a las condiciones del mundo material, lo que implica que tendrá que renunciar a un cuerpo material para aceptar otro, y morir para volver a morir.
El Señor Krishna dice: «Yo soy el fundamento del ser espiritual».
Olvidar y malinterpretar esta verdad se llama maya, ilusión. Es por olvidar su propia posición y la del Señor Supremo que el ser separado se hunde en la ilusión, o existencia condicionada.