La Ciencia Espiritual Pura
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Los seres distintos son para siempre partes ínfimas del todo que representa el Alma Suprema aunque nunca les resulte posible llegar a ser tan grandes como esta Alma Suprema.

El bhakta se tiene que esforzar siempre por prestar atención a propósitos de orden espiritual y emplear su tiempo en cantar el Santo Nombre del Señor. Se tiene que comportar siempre de forma franca y directa, mostrarse simple y, aunque no envidie a nadie sino que, por el contrario, le demuestra su amistad a todo el mundo, tiene que evitar la compañía de los seres poco evolucionados en el plano espiritual. El que quiere progresar en su comprensión de las cosas espirituales tiene que escuchar de las fuentes auténticas lo que afecta al saber absoluto. Además, la realidad de la vida espiritual solo se revela a quien está totalmente de acuerdo con los principios reguladores y controla sus sentidos. Para acceder a este control de uno mismo, hay que ser pacífico (no violento), verdadero, no robar, abstenerse de toda actividad sexual y no poseer más que lo estrictamente necesario para mantener el cuerpo.

Nadie es especialmente querido para el Señor Soberano, nadie es Su amigo o Su enemigo, pero Él inspira a los que no Lo olvidan y destruye a los demás (les da muerte).

El olvido de nuestra relación con Sri Visnu, el Señor Supremo, es la causa de nuestro encadenamiento al ciclo de muertes y nacimientos sucesivos. El ser distinto es tan eterno como el Señor Supremo, pero por causa de ese olvido se le ubica en la naturaleza material y se le obliga a pasar de un cuerpo a otro; y cuando su cuerpo se destruye, él mismo cree perecer. En verdad, es el olvido de la relación lo que lo une a Sri Visnu que es el origen de su destrucción. Aquel que recupera la consciencia de su relación original con el Señor recibe de Él toda inspiración. Esto no significa que el Señor sea el enemigo de unos y el amigo de otros: Él ayuda a todos los seres. Pero aquel que no se deja confundir por la influencia de la energía material está salvado mientras que los otros perecen. Por eso, las Escrituras enseñan: Nadie se puede salvar de las repetidas muertes y nacimientos sin la ayuda del Señor Supremo. Por tanto, el deber de todos los seres es buscar refugio junto a Visnu y librarse así del ciclo de muertes y nacimientos.

El momento de salir del cuerpo.

Cuando llega su última hora, descubre a los enviados del señor de la muerte que llegan hasta él con los ojos inyectados de cólera. Invadidos por el miedo, orinan y defecan.

El alma puede sufrir dos tipos de transmigración después de haber dejado su cuerpo actual. Un tipo de transmigración consiste en ir junto al que juzga los actos pecadores y que se llama Yamaraja. El otro consiste en ir a los planetas superiores o a Vaikuntha, Sri Kapilar (avatar) explica aquí cómo tratan los enviados de Yamaraja, los

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