El Señor Krishna dice: «Tal servicio devocional [estar absorto en el servicio puro y sin mezcla de amor y devoción ofrecido a Dios], puro y ejemplar, tiene el poder no sólo de conceder al ser santo la liberación de este mundo, sino también de elevarlo al reino espiritual, donde me servirá para siempre.»

El Señor Krishna añade: «Tengo un principio eterno de cumplir por Mi gracia los deseos de cualquiera que se refugie en Mí.»

El Señor Supremo, Krishna, desea ver a todos los seres de este mundo material felices, y por esta razón quiere especialmente que regresemos a Su reino eterno y absoluto, nuestra verdadera morada original.

El Señor dice: «La energía constituida por los tres atributos de la naturaleza material; la virtud, la pasión y la ignorancia, esta energía divina que es Mía, no puede ser superada sin dificultad, pero quien se entrega a Mí cruza fácilmente sus límites. Los seres del mundo de las condiciones [en el que evolucionamos], son fragmentos eternos de Mi Persona. Pero como están condicionados [por la materia y la energía de la ilusión del Señor], luchan duramente contra los seis sentidos, y entre ellos, la mente.»

La lucha que el ser espiritual encarnado tiene que librar por el sustento en este mundo material es el resultado de su naturaleza rebelde hacia Dios, y a menos que se rinda a Krishna, el Señor Supremo, debe continuar esta lucha. Quien no alcanza este nivel debe continuar su existencia material para siempre, a veces en los planetas superiores, edénicos, celestiales, a veces en los planetas inferiores, en el infierno. A veces el alma condicionada se hunde en la ignorancia, a veces siente cierto alivio cuando se libera parcialmente de ella.

Contar es la vida del ser atrapado en este mundo material.