Palabras de sabiduria, la sabiduria de Dios
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Yo he elegido volver al reino de Dios, tú también deberías hacer como yo.

He elegido conscientemente y decidido en plenitud regresar al reino absoluto y eterno de Krishna, Dios, la Persona Suprema. Haz tú también como yo, toma la misma decisión, y volvamos todos a Dios.

Ahora, siendo Su siervo eterno, haré lo que Él quiera que haga, e iré a donde Él quiera que vaya. Si Él quiere que continúe la misma misión que estoy haciendo ahora en la Tierra en otro planeta de nuestra galaxia o en otra galaxia, entonces iré con mucho gusto. Mi único deseo es amarle, servirle con amor y devoción, complacerle, satisfacerle y, por supuesto, hacerle feliz.

El Señor dice: Son los pensamientos, los recuerdos del ser en el momento de dejar el cuerpo los que determinan su condición futura.

Las formas se crean a partir de lo que pensamos. En el momento de la muerte, nuestro último pensamiento determinará cuál será nuestra próxima existencia y el cuerpo en el que nos reencarnaremos. Este último pensamiento reunirá todos los pensamientos que hemos tenido a lo largo de nuestra existencia actual. Nuestra mente irá entonces al éter a buscar lo que necesita para formar nuestro próximo cuerpo.

A lo largo de nuestra existencia actual estamos preparando nuestro próximo cuerpo. Como dice el propio Señor, son nuestros pensamientos y recuerdos, unidos a nuestros deseos, los que determinan cuál será nuestro próximo cuerpo.

Los espiritualistas, porque actúan sólo para complacer a Krishna, Dios, la Persona Suprema, teniendo sólo actividades espirituales, obtendrán un cuerpo espiritual. La vida presente sirve para dar forma a nuestro próximo cuerpo.

El ser consciente, el alma, sigue siendo siempre el mismo. El cuerpo es material y el verdadero yo es espiritual. Se dice de quien llega a comprender esta verdad, «que ha tomado conciencia de su verdadero ser espiritual».

Una persona espiritualmente evolucionada se vuelve naturalmente consciente de este principio diferente, porque nunca piensa en sí misma como su cuerpo material, sino que piensa y actúa sólo como un ser espiritual, y siempre dirá: «Soy un alma espiritual».

En verdad, los seres humanos que poseen conocimiento conceden poca importancia al cuerpo material, esté vivo o muerto. Esta es la primera realización que nos pone en el camino del progreso espiritual. El alma es la fuerza vital y el principio activo que da belleza y vida al cuerpo.

Cuando llega la muerte, que sólo concierne al cuerpo material, nadie conoce el destino del verdadero yo, el alma, la fuerza vital y el principio activo, que sigue viviendo incluso después de la muerte del cuerpo. El alma es eterna, la persona real que habita el cuerpo material nunca muere. Esto es tranquilizador y muy cierto.

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