Por eso está escrito:
«Krishna es el Maestro Supremo, conocido como Govinda: Su Forma es toda la eternidad, el conocimiento y la dicha. Él es el origen de todo y no tiene ningún origen fuera de Él, pues es la Causa de todas las causas».
Las diversas dificultades, desgracias y sufrimientos que Dios nos inflige a través de la naturaleza material, es una función de los actos pecaminosos que cometimos en nuestra vida anterior. Por lo tanto, es justo que hoy paguemos el precio. Si no queremos sufrir, no hagamos daño a nadie, a ningún ser humano, a ningún animal y a ninguna planta, incluidos los árboles.
Si nos rendimos a Dios, y le servimos con amor y devoción, entonces veremos desaparecer todos nuestros sufrimientos por la gracia de Krishna.
La gente está ansiosa por vivir en paz y prosperidad en este mundo material, pero no sabe que la fórmula de la paz la da Dios, la Persona Suprema. Todo el mundo debería entender que Krishna, la Persona Suprema, es el propietario último de todos los planetas y que todas las actividades políticas, sociales, culturales, religiosas, económicas, etc., están destinadas a satisfacerle. Cuando el jefe del Estado es un ser virtuoso que sigue las instrucciones de los santos guías espirituales para gobernar el país, todo el mundo será pacífico y próspero. Cuando el jefe de Estado y sus asesores son seres santos perfectos, nada puede ir mal en el Estado. Todos los ciudadanos deben convertirse en devotos del Señor y entonces sus buenas cualidades se desarrollarán automáticamente.
El Señor dice: «Quien tiene una devoción inquebrantable a Dios, la Persona Suprema, posee todas las cualidades de los seres divinos. Pero quien no es un devoto del Señor sólo tiene bienes materiales que son de poco valor. En efecto, al vagar por el plano mental, puede estar seguro de ser atraído por el brillo de la energía material.»
Los ciudadanos bajo la guía de un rey o jefe de estado consciente de Krishna se convertirán en seres virtuosos, devotos y temerosos de Dios. Si se educa a los ciudadanos para que se conviertan en seres santos, automáticamente se volverán pacíficos y honestos, y si son guiados por un rey o jefe de estado devoto, que a su vez es aconsejado por seres santos, siervos de Dios, el estado ya no estará en el mundo material sino en el espiritual.
Sin Krishna, Dios, la Persona Suprema, el ser vivo no es nada y no puede hacer nada. No puede ver, oír o actuar sin el principio activo, que no es otro que Dios mismo.